Estoy muy cansado. Físicamente y mentalmente, muy cansado. Parece que no pero a estas alturas del año me están pasando factura esfuerzos y estreses de los que no era consciente hasta ahora. Mientras preparo la cena me vienen a la cabeza momentos en los que creía no haberme desgastado tanto. Recuerdo los exámenes del primer cuatrimestre, recuerdo las idas y venidas entre trabajos de fines de semana y recuerdo madrugonos por 18 euros al día.
Todo esto me lleva de la mano a la concluisón de que si se quiere se puede pero siempre pasa factura. Tal vez sea que son las fiestas de mi barrio (Aluche) y es época de ver a los amigos de toda la vida, los que te conocen aunque pasen años sin verte porque han crecido en el mismo sitio, se han pegado con la misma gente y han reido de los mismos chistes. A esos no se los puede engañar ni te pueden engañar porque los conoces. Estos son los que me han dicho que me veían agotado y tal vez sea eso lo que me ha acabado de agotar.
Pero no todo es negativo, nuevas metas y nuevos proyectos aparecen en el horizonte para darme ánimos y ganas de seguir moviéndome. No es tan facil agotar a un Villacorta, no seremos los más listos ni los más guapos pero os aseguro que somos unos supervivientes natos, así ha sido desde hace muchas generaciones y así seguirá la estirpe.
Nada más, paz y amor peña!
