Hoy he querido retomar este espacio haciéndome eco de una noticia que ayer me impactó bastante. Tras 17 años de servicio, Carlos Carnicero y Nativel Preciado dejan los micrófonos del programa Hora 25 (Cadena Ser). El impacto es mayor cuando sigues a Carnicero por su twitter (@ccarnicero) y lees su versión de los hechos. Todo demasiado típico pero aun así asquea un poquito que las empresas informativas sigan yendo de independientes cuando son igual de servilistas que el resto. Nausea.
Por otra parte leo que Berlusconi (con perdón) quiere hacerse con la Cadena Ser pero le piden demasiado dinero. Yo la regalaba, total, el futuro del periodismo está en manos de 4 y se están limpiando el culo con el. In bocca lupo Silvio.
Más cositas, gracias a Anna Bosch (@annabosch) me entero de la comparecencia de Rupert Murdoch y de como entona el mea culpa escoltado por su mujer, sus hijos y tonelada y media de cinismo. Este australiano es el dueño de medio mundo periodístico (lo de medio mundo es más que literal) y uno de sus periódicos más importantes se ha dedicado a pinchar los teléfonos de los protagonistas de las historias que tratan. Ahí figuran políticos, afectados por casos médicos, personas externas al mundo de la farándula y alguna que otra "Celebrity". Lamentable.
Con todo esto llego a la conclusión de que para saber la verdad ya no pongo la radio, ya no veo los informativos, ya no leo los periódicos. Para saber la verdad miro el perfil en redes sociales de los propios protagonistas de la actualidad, leo los blogs de los temas que me interesan, visito webs especializadas sin pretensiones comerciales. La verdad no me la cuentan, me cuentan los datos y yo formo mi verdad (que diría Ortega y Gasset).
Nada más. Paz y Amor peña!
